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La Virgen del Carmen es una de las advocaciones marianas más veneradas de Venezuela. Patrona del Ejército y de los choferes, tiene su fiesta cada 16 de julio. En algunas comunidades comienza el 1 o el 7 de ese mes, con preparativos y novenarios. Sus procesiones y parrandas incluyen música, cantos, baile y gastronomía.
El origen de la devoción por la Virgen del Carmen, o Virgen del Monte Carmelo, tiene sus raíces en la emulación de la vida eremítica del profeta Elías y su discípulo Eliseo por parte de cristianos que se situaron en el valle llamado Wadi-es-Siah, hoy Palestina.
Refiere la Agencia Católica de Informaciones, ACI Prensa, que a mediados del siglo XII, “un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo”.
El Instituto del Patrimonio Cultural registra esta versión:
Estos decidieron vivir en comunidad bajo los principios de oración y pobreza, y siguiendo las virtudes marianas relatadas en la Biblia, fueron los fundadores de la Orden de los Carmelitas y su devoción a la Virgen permitió que naciera la advocación Nuestra Señora del Carmen. Pero de Palestina fueron expulsados y se radicaron en Europa. De allí a América, y específicamente Venezuela, llegó en los escapularios de los catequizadores. La devoción de la Virgen del Carmen está ligada a la devoción de las ánimas del purgatorio.
La imagen mariana de Monte Carmelo pronto fue adoptada por el rico proceso de sincretismo venezolano, y hoy se le festeja desde el Zulia, en el extremo occidental de Venezuela, hasta el Delta del Orinoco, en el extremo oriental. Muchos la celebran a golpe de tambor y cantos cada 16 de julio. Incluso hay comunidades que inician la tradición el 7 de julio, y esperan el día de su patrona con novenas y diversas ceremonias previas.
La comunidad de El Calvario (municipio El Hatillo, Miranda), seleccionó la esta figura mariana como uno de sus símbolos capitales en el proyecto Arqueología simbólica de El Calvario (2018), que generó un modelo tridimensional por computadora.